Eres como un laberinto, dijiste
verde, rebosante de vida.
En tus ramas, las criaturas anidan,
crecen y se abrigan.
Te adornan las flores,
las telarañas te envuelven.
Los niños te recorren alegres,
los adultos, preocupados.
En tus rincones y tus brazos,
los amantes se besan, se encuentran,
nacen sueños, se pierden, esperanzas.
Lugar de encuentro,
lugar de perdida,
eres tú el laberinto,
por eso nadie puede encontrarte.