Deleite vital, sombra longeva
camina ardorosa por la vida
en el margen exiguo sin cabida
de los soles bravos que le agreda.
A la piel cada sombra le remueva
la irrazonable y falsa idea
de desnudar con el fuego de la tea
la obra que la natura renueva.
La sangre a millones enloquece
se derrama como sol ardiente
corazón y alma, desaparecen.
En el camino, rastro de huellas
de pies camino a la frescura
peregrinos sin fin a la locura.