Quisiera que algún día, alguien cuente mis lunares como estrellas en la noche.
Que descubra mis sueños, de esos que guardo entre las costillas.
Quiero que alguien ame mis silencios y risas que comparto sin pensar, las pequeñas cosas que hacen mi mundo vibrar.
Que se interese en mí tanto como en un libro y que haga del tiempo un poema, una canción, una casa.
Al final, lo que busco no es alguien perfecto, sino a alguien que mire mis ojos y quiera quedarse en ellos.