_El Dulce Engaño_
Es tu voz, dulce embustera,
un cantar que me acaricia,
mas oculta la injusticia
de tu lengua traicionera.
Prometes lo que no alcanza,
ilusiones sin sentido,
y el que escucha, tan perdido,
en tu trampa siempre danza.
Tu dulzura es un veneno,
una miel que engaña al alma,
que disfrazas con tu calma
mientras quiebras lo terreno.
Mas la vida es quien te reta,
pues tus dichos se desnudan,
y al final solo se escudan
en verdades incompletas.
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El engaño es desengaño
cuando él sale con su luz
alumbrando todo el daño
que provoca un gran alud.
(Gracias Freddy Kalvo)
Leyendo los versos del tema presente de un rompimiento, un abandono de mujer traicionera de nuestro amigo Mauro Enrique Lopez Z. he nacido la idea de este poema que presento a su consideración. Mauro se mueve en sus letras entre el deseo y el coraje de seguir adelante y el deseo de que esa mujer regrese, y perdonarla. Habla de su vida solitaria, de paseos de playa y de paradas de tragos con amigos. Sus poemas son tristes cartas, que no se atreve a quemar y que llenan su soledad.