¡Gracias Dios mío de que como siempre
no te olvidaste de despertarme en este nuevo día!
Así tambien tampoco me olvidaré de decirte:
¡Muchas gracias!
Gracias por todo lo que me haz dado,
los anhelos de mi corazón,
y que con cada regalo me
haz hecho crecer como persona.
Siempre recordaré, que cada nuevo día:
¡Es una oportunidad para ser feliz!
¡Gracias, Jehová Dios, muchas gracias!
Autor: Bernardo Arzate Benítez