¿Condenarte, a ti? Eres inocente, lo juro.
Antes un juez y jurado, libre de culpa alguna.
Inocente de tocarlo todo con tu mano
y darle vida.
Inocente de cambiar tristezas y soledades
en alegría.
Inocente de sembrar flores en mis desiertos,
inocente de abrir manantiales en mis sequedades.
La culpa es mía,
por pensar que te quedarías.
La culpa es mía
por pedirte que te fueras.
La culpa es mía
por irme sin decir adiós.
Eres el sol inocente
que alumbra por el fuego de su alma.
La culpa es mía por elegir las sombras
Y pensar que habría vida sin tu luz.