De repente, me dio por evocar, días aciagos.
Esos que yacían, más moribundos que vivos.
Cómo obviar el ayer, y los recuerdos vagos.
La mente no reposa, y el pasado, está activo.
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Es tan fácil criticar, al que vive, en evocación.
Todo debe ser el presente, dicen los incultos.
Se olvidan que, hay pasados en plena acción.
El lerdo dice que, es una maña de los cultos.
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La idea, toma sitio, en el plano de lo posible.
Me pasa que, si noto la necedad, la observo.
Así, me percato que, no todo es consumible.
Lo último, es una sana idea que, yo preservo.
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¡Lo que piensas existe y lo que ves, también.
No admitas que, tu verdad, se vuelva Rehén!