El aprendizaje más doloroso para mí
ha sido entender que la desilusión duele,
pero sostener durante tantos años la ilusión
de que algún día me escogerías,
Esa chispa que aun titila
terminó por acabar conmigo.
Me volví tan dependiente a ti
A esa atención intermitente
Sé que muchas cosas fueron genuinas y ese es el problema
Que éramos nosotros mismos
Y éramos tan felices
Pero eso no era suficiente para ti
Nunca supe realmente que era suficiente para ti
Me he tatuado esa noche en mi alma
Fue la mejor noche que tuve este año
¿Y sabes una cosa?
He disfrutado cada segundo escribir sobre ti
No me arrepiento de nada
Porque conocerte fue una de las mejores cosas que me paso
Y lo haría de nuevo
Pero actuaría diferente
Me perdí tanto en ti
que dejé de buscarme a mí.
Decidí perderme y no encontrarme;
no quería enfrentar la realidad.
Deseo quedarme en mis sueños,
en esos donde me escoges,
donde me sostienes por la cintura
y acercas tus labios a los míos,
susurrando que me amas.
¿Qué se sentirá ser elegida?
¿Algún día lo sabré?
Estoy tan acostumbrada a lo complicado
que me da miedo no saber dejar entrar lo sano,
de aburrirme esa sensación,
no saber desligarme de lo tóxico.
¿En quién me he convertido?
¿Dónde dejé mi deseo de amor de libro?
Mi corazón se está marchitando;
la nostalgia me consume,
y ya no sé cómo recuperarlo.
No estoy segura de querer hacerlo.
Las decisiones silenciosas son las más peligrosas
Si quiero volar, sé que el precio es renunciar
a lo que me hunde, pero ¿cómo hacerlo?
No sé cómo rendirme;
no conozco esa palabra.
Ya no tengo alas de todos modos;
tú te encargaste de cortarlas el día que decidiste tenerme ahí,
atrapada en tu juego.
Sé que el amor no es juego,
El amor es un hogar
Era una jugadora y terminé siendo un personaje,
del juego de alguien más.