Miro las sillas vacías
que tristes en mi salón,
son recuerdos de alegrías
de otros tiempos, de ilusión.
Eran de seres queridos
que la vida fue llevando,
iban a extraños destinos
sin conocer hasta cuando.
La memoria es indeleble,
si hay ausencias en la mesa,
es como herida que duele
con un dolor que no cesa.
No es la misma Navidad
sin aquellos que no están,
nos falta felicidad,
no sé si regresarán.
Pervivirá ese recuerdo
de los que no están presentes,
son amores que no pierdo,
viajo dentro de sus mentes.
Classman