Lincol

¡DÉJAME!

 

¡DÉJAME!

¡Déjame! 
En este rincón del mundo
donde la soledad se vuelve amiga.

¡Déjame!
Que mi alma dance con el viento
al ritmo de un nuevo despertar.

¡Déjame!
Aquí, en la quietud del instante,
donde los sueños toman forma.

¡Déjame!
Deslumbrar del alba abrazando
el horizonte con gran sigilo.

¡Déjame!
Arrancar los versos que lleva el alma
escrita en su frágil y breve memoria.

LMML.