He vuelto a escribir y lo juro, se siente raro. Una parte de mi está despertando de nuevo tras mucho rato dormida, y el regalo de la dicha perdida me la estoy dando. Aunque ya se me han olvidado las rimas, el como sonar bonito y el organizar las palabras en mi cabeza, pero al menos estoy de vuelta, no? Espero la magia que me salvó hace años no haya muerto todavía, y aún quede mucho por venir, por florecer, por despertarme.
Siempre habrá refugio en aquello que solo se escribe, en aquella letra seguida con desesperación que busca paz; en la calma que genera encontrar consuelo. Y bueno, muy bueno volver; aquí me quedaré un rato, con los brazos cálidos y el corazón abierto.