pasaba

Singular

El príncipe de la singularidad
camina sobre arenas donde cada grano habla.
Su paso no repite nada,
ni el eco, ni la sombra, 
su silencio es susurro, tierra y ceniza.

Lleva un manto hecho de fragmentos,
estrellas quemadas,
silencios arrancados a los abismos,
y ese azul que solo existe entre dos sueños.

Cuando alza la mano,
los caminos se retuercen.
Cuando cierra los ojos,
el horizonte se derrumba en añicos de espejos sin reflejo.

¿Quién es? pregunta el aire.
¿Una onda? ¿Una ausencia?
Un rey sin reino,
y cada uno de sus gestos inventa un mundo.

Y en su caminar roto,
deja tras de sí huellas
que no llevan a ninguna parte,
pero que todos, sin saber por qué le siguen.

P sabag, palabras escapándose