Mi alma en la tinta

A puertas cerradas

A mí madre por enseñarme quién soy, 

le agradezco incluso el día de hoy.

Soy mujer, soy recatada,

soy mujer, soy una puta en la cama. 

 

Ante los ojos de los demás soy dama,

mesurada, educada, responsable, solidaria

empática con todo aquel que me conoce. 

 

¡Dichoso aquel que yace en mi lecho!

Mujer fogosa, es lo que me enseñaron a ser, 

mujer digna en sociedad, a puerta cerrada…

pocos ese privilegio tendrán.

 

Una dama, una puta, 

no es ser doble cara, 

es saberse adaptar. 

 

Las puertas no separan únicamente espacios físicos, 

distinguen comportamientos, entornos y personas. 

 

Muchos dirán que soy hipócrita, 

yo simplemente me denomino 

una mujer multifacética.