Húmeda y serena en espera,
la noche fria se envalentona,
descarga una lluvia llorona
como si disimular quisiera.
Expectante suspira el alma
al final del tortuoso sendero;
el agua promovió el desespero
el que estrena pierde la calma.
Una y otra vez la nube deshoja
las ansias y el anhelo perdido
nadie celebra con regocijo.
Impávido festeja el que llora
entre alcoholes y comida
lluvia imprudente ya no aflora.