Estamos en un sueño,
donde la mente nos guía,
nos dice qué hacer y qué no,
divide, separa y etiqueta.
Todo tiene nombre y forma,
pero la mente es parte del sueño,
sus pensamientos, emociones y sentimientos,
son ilusiones que nos hacen creer.
Quieren hacernos pensar que somos dueños,
pero es solo apariencia, un espejismo,
una ilusión que nos engaña.
No controlamos nuestro dormir y despertar,
ni el contenido que se desarrolla entre ambos.
La mente nos miente, nos engaña,
como en el sueño que nos hace creer que es verdad.
Despierta, dulce amor de mi vida,
no vivas confundido con lo que crees verdadero.
Tan solo tienes un olvido,
despierta y verás la verdad.