La Bruja Irreverente

¡Hedonismo en verso, infames mortales!

¡Hedonismo en verso, infames mortales!

 

 

¡Arder! en piel y labios es mundano,

un filo que en la carne nos delira,

placer que nos consume y que conspira,

el verbo, bestia y tinta en lo profano.

 

De letras se derrama la verbena,

orgía que, al lector a medias quita,

el grito de una herida que sí excita,

pues, bajo su esplendor, yace la pena,

 

¿Es arte o es capricho? No hay respuesta,

pues tanto da el banquete como el duelo,

del goce y del abismo, esta es la fiesta.

 

Que ría quien se pierde en tal anhelo,

¡el arte hedonista ya nunca apesta!

Más siempre dejará huellas de su celo.

 

 

La Bruja Irreverente.