Recuérdame despeinada,
recuérdame abrazada a la almohada,
recuérdame muriendo de risa
recuérdame disfrutando de la brisa.
Recuérdame comiéndote a besos,
recuérdame dormida entre tus brazos,
recuérdame cantando un bolero
recuérdame diciéndote “te quiero”.
Recuérdame siempre,
recuérdame cada 18 de diciembre,
recuérdame caminando hacia ti
y como no paraba de sonreír.
Recuérdame corriendo en la lluvia
y cómo hacía de tu ropa la mía,
recuérdame leyéndote poesía
y mi cara cuando me distraía.
Recuérdame con amor todos los días
y perdónate por no saberme amar,
porque yo desde donde estoy
hago todo lo posible por sentirme mejor
y entender que lo nuestro no era eterno,
pero tal vez en algún tiempo fue real
y yo solo lo bueno me quiero quedar.
Recuérdame mi cielito lindo
porque aunque no supiste ser mío,
te llevo clavado en mi lado izquierdo
y así cada noche te llore un río,
en mi silencio no habrá olvido.
En mi silencio solo existe una oración
para que vayas de la mano de Dios
y que me recuerdes en una que otra canción,
seguro de que yo en donde me encuentre
te tendré presente.