Ángeles te hablarán si así lo quieren,
Tú solo aguarda por los días buenos:
tus caminos en paz, tus labios llenos
de alabanza a las cosas que no mueren.
Has de escucharlos cuando se encendieren
en las alturas soles como truenos;
míralos con los ojos más serenos
que ojalá por amor se humedecieren.
Ellos responderán a tu llamado.
Dirán cosas magníficas que ignoras
y con dulzor te aclararán lo oculto.
De ellos con gran bondad serás amado.
Espéralos a tiempo y a deshoras;
vendrán cantando al corazón adulto.