Hay personas que quieren ayudarnos,
solo tenemos que pedir su ayuda.
Estan allí para apoyarnos,
cuando sentimos que la vida es dura.
¿Qué se gana volverse un solitario
haciendo que más pesen los haberes?
Uno mismo abona su calvario,
untando más dolor a las paredes.
Sufrir a solas no es de sabios
teniendo a un Dios tan amoroso.
Te digo en verdad, es mas honroso,
pedir ayuda con tus labios.
Autor: Bernardo Arzate Benítez