Deja de beber…
( Mujer semidormida en sofá con botella entre manos.
Su esposo a un costado observándola.)
¡Otra vez en curda!
¿Es que nunca dejarás de cambiar?
¿No comprendes de que ya estoy cansado de verte así?
Para qué preguntarte si nunca me respondes.
Sabes que estoy harto de los momentos que me haces vivir.
Reacciona Estela. O me perderás para siempre.
Me deslomo trabajando para que podamos tener una vida placentera.
Y tú no me ayudas a vivir como una pareja un poco perfecta.
¡Perfecta!... Nunca la perfección se logra.
Y menos con tu irresponsable actitud equívoca.
Llevamos cuatro años de casados. Y estos últimos han sido
Tremendos para mí.
Eres una inconsciente. Una irresponsable.
Tienes nuestro hogar desordenado.
Reconozco que la muerte de nuestro hijo, tan pequeño,
Ya no esté con nosotros, y este es parte de tu drogadicción alcohólica.
Hemos tenido que aceptar la realidad.
Él se cayó de la escalera, porque tú no lo cuidaste como debías.
Y eso que cuando ocurrió estabas lúcida.
Su muerte ha destrozado mi vida.
Ambos lo amábamos. Así tenía que ser. Le otorgamos la vida.
Y el destino quiso quitárnoslo… Por tu ausencia de cuidado.
Ha sido tanto mi amor hacia ti, que igual continué amándote.
A pesar de la desgracia por la muerte de nuestro hijo.
¿Qué deseas haga? ¿Qué continúe aguantando tus borracheras?
Reacciona. Ya he tenido intenso dolor, y aceptación por su ausencia.
Aceptación… por amor hacia ti.
¿Me comprendes? Ahora, en esta casa todo es dolor, y ausencias… La de nuestro hijo, y tu silencio, por el alcohol diario consumido.
¿Sabes? Interiormente estoy destruido. Soy un hombre de Fe.
Y al mismo tiempo, siento que mi corazón fallando está.
Debo decirte que he de visitar a un cardiólogo.
Continúas sin responder…
(Sebastián cierra sus ojos, con los puños cerrados)
Dios… ayúdanos…
(Se acerca a Estela. Le saca la botella de whisky.
Estrepitosamente la arroja al piso)
Voy a salir. Quería que algo me respondieses.
Trata de no hablar después que haya salido.
Porque no te escucharé.
Tal vez, cuando regrese, estés lúcida.
Tengo el cerebro dándome vueltas, como si tuviese una calesita dentro.
(Sale. Cerrando la puerta muy suavemente…)
Baja telón lentamente.
Autor: Hugo Emilio Ocanto -
5/1/2025