Jaime Alberto Garzón

Cristo


En el viento que acaricia las montañas,
en las manos que levantan a los caídos,
se oye su voz, susurro que acompaña,
fuego que en la oscuridad se ha encendido.

Es el rostro que se refleja en los olvidados,
el abrazo que parte el hambre en mil trozos,
la fuerza que nace de lo que amamos,
y la palabra que calma los gritos rotos.

Guía de caminantes, puente de esperanza,
luz que renueva la herida y la fragancia,
refugio en el dolor, la paz que abriga,
agua viva que al sediento purifica.

Cristo es la llama que disuelve el frío,
el reino que brota donde no hay albedrío,
cadenas y alas, en su amor todo encierra,
y en su cruz, el eco de una tierra nueva.