Madre Mía
Cogedme tú, María ¡Madre Mía!
Que tu mirada y gozos sean mi consuelo
Y mis rezos lleguen hasta cielo
Para que los rayos del ¡SOL!
Ilumines mis días.
Bendice mi alma
Para llenarme con tu ¡Amor!
Dadle sentido a mi vida
Aliviar mi cruel dolor
Y mí abatido cansancio.
Mira al cielo al menos una vez al día,
Date cuenta de la majestuosidad
Del mundo que te rodea.
Tú que te multiplicaste
En todas las vírgenes para dar;
La misericordia del señor
En el alivio del abatimiento
Y el dolor.
Ya que en tu seno virginal,
Como con Jesús hiciste
Y al enemigo rendiste
Líbrame de todos los males
Y dadme el perdón.
Cuidadme de las cosas
Que me alejan de ¡Cristo!
Para estar siempre con cuidado
Y protegido de tus manos que dios
Te ha bendecido.
A María ¡Madre Mía!
Lucero de mis noches y rayos de sol en el día
Reina y dueña de mis alegrías
Apareciste como una luz divina
Un día, “en mi vida”.
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz