Emergí de la pobreza,
de familia numerosa,
en una zona espinosa
donde reina la crudeza;
no me importó la riqueza
sino preferí la rosa,
plena de gente amistosa
que te trata con franqueza;
superé la enfermedad,
la canceriana amenaza:
paciencia y resignación;
hoy sólo busco verdad,
veo la vida que pasa:
me entrego de corazón...