Pies descalzos
Camisa hecha jirones
Su panza vacía
Y en el alma un nudo
Sonrisa franca
Mirada limpia
En sus ojos esmeraldas
Y en su piel bruñida, el sol.
Su cestillo con pasteles
Amasados por su madre.
En la esquina de la feria
Parado ese día de enero seis.
Y yo me preguntó
Dónde estaban los famosos,
Reyes magos.
Que pasaron por el lado.
De aquel, invisible niño dios.
A él nunca le trajeron
Los presentes tan mentados.
Sólo en su panza hambre
Y la fría indiferencia
De algún peatón.
Desde la esquina de la feria
Divisaba en la ventana
Luminosa y opulenta.
El afortunado hijo
De ése el señor ricachón.
En la tarde ya regresa
Cansado con frio y hambre.
En el cestillo los pasteles
Que él nunca jamás vendió.
Martha Patricia-Enero 20 25