La nube rabiosa y corpulenta
parece estar yéndose hacia el noreste
las hormigas que anoche trepaban mis pies
siguiendo sin sobresaltos su camino
ya no están.
Quedan pocas cosas en las calles
los engordados árboles permanecen inmóviles
mientras las últimas gotas
se descuelgan y se revientan en la arena.
Que tendrá que ver este paisaje rotundo de la noche
con sus piernas y con su ombligo?
también acuden a mi memoria sus orejas blancas
tapadas casi siempre
por dos porciones bien medidas de su cabello,
resuenan algunos truenos esporádicos
y trato de sintonizar las voces de los grillos
con el chasquido de la lluvia que parece marchar muy lejos
¿qué tendrá que ver ella
con las transformaciones que sufre mi tiempo a lo largo del día?
¿hará ella mas largas mis noches,
mas espectaculares y melancólicos los crepúsculos?
no lo se.
Se poco menos de ella que de lo que se de la vida
y sin embargo no estoy dispuesto a abandonarlas a ninguna.
Se moverá sosegada en su cama
con un short, sus lunares brillando en el cuarto,
su piel no distinguirá entre el frió o el calor,
pero se tapara por las dudas
buscando tal vez, algún antiguo regocijo,
y finalmente
aspirara el ultimo conciente aire
que refrescara sus sueños ya dormida,
tal vez antes me recuerde besándola
buscando entre sus dedos
lugar para los míos,
tal vez recuerde mi rostro penumbroso
entre los marcos de sus manos.
O tal vez sienta desgano
y desee solo reencontrarse con el sol del otro día.
Los chirridos del techo me dicen
que nuevamente esta lloviendo
un sapito cruza saltando entre la lluvia
quisiera enviar desde ahora
en cada retazo de mi pasado un recuerdo de ella.
No logro recordar
cuando fue que tome la decisión de amarla
o si simplemente desperté un día haciéndolo,
Pero no hay nada mas sublime
que amarla cuando ella menos lo imagina.