El libro antiguo se abre.
Mientras una sonora infantil se parte.
Recuerdo la vieja casa, allá donde la melancolía retornaba al retoño,
Donde las lágrimas volaban en otoño.
Donde las despedidas carecían de sentido,
Donde los abrazos se sentían vacíos.
Mis risas de la niñez quedaron enmarcadas en la descompuesta madera,
Mis ánimos se quedaron en lo más recóndito del bosque, en una luminosa esfera.
Donde el crepúsculo y el ocaso se funden en una sola caricia,
Donde las palabras retornan a su naturaleza de avaricia.
Volverán en primavera las cigüeñas a su refugio anhelado,
A la vez volveré yo a mi hogar desolado.