Asesinado por un perro,
cómo un barco perdido en un océano
paseando bajo palmeras datileras
buscando hundirme en mi isla tras días de trabajo.
Alejado como los muertos de los vivos,
en ningún lugar
sin interés por un mundo que se aleja de mi cuerpo y de mi mente.
Volviendo del paseo a mi casa,
más ahogado
más hastiado,
seguido de mis perros.
Y al salir el filo de la luna
sentir los golpes de la policía en los cristales y en el pecho
insultado por sus gritos,
observado con malicia por todos los vecinos.
asesinado por un perro.
Asesinado por unos perros asegurados, con documentación en regla entregada
en comisaría, que se habían peleado en unos segundos en un descuido mientras meaba sobre el barro, un domingo de caza.
Tras llevar al perro al veterinario, llegaron golpeando puertas y ventanas,
los hipopótamos furiosos del fango que patalean a los heridos y glorifican la marginación
en este vertedero humano, donde en cada casa se llevan a cabo mil delitos,
en las telarañas que levanta la miseria,
tras cada muro de los guetos.
asesinado por un perro
asesinado por un perro
asesinado por un perro
Ángel Blasco.