Sospecho las letras de esta poesía,
Trepan en las ramas que hablan de ti,
Verso disperso que presiente fantasía,
Átame o bésame... Pero quédate aquí...
Más le pregunto a mi mente,
¿Es nuestra poesía?
Tú, ligera en la brisa transparente,
Yo, libero mi deseo de hacerte mía...
Como amantes en cuarto creciente,
Lectora fiel de mil líricas fugaces,
Mis manos en el cauce de tu fuente,
Ámame en la nube cristalina que nace...
Por eso quisiera que tu imaginaras,
Las raíces húmedas de un nosotros,
Dímelo, sientes como si hoy amaras,
Siendo solamente mía, más no de otro...