Eres la herida que aún sangra,
la razón por la que mis manos tiemblan
cuando intentan sostener un amor nuevo.
Fuiste el eco en las paredes vacías,
el peso en mi pecho que susurra:
\"nadie será suficiente\".
Por ti, el amor se siente ajeno,
como un reflejo distorsionado
que no puedo alcanzar.
Eres el pasado que aún se aferra,
la culpa que me aprisiona,
la sombra que apaga mi libertad.