Soy una letra de un abecedario perdido
después de que la revolución digital
me desconectó de mi lóbulo frontal.
Vivo sin rima entre las ruinas del olvido.
Solo tengo el lapicero de mi memoria,
censurado por disentir con el erudito
que dicta la nueva lengua al soldadito
defensor de la fe de la nueva historia.
HuGóS | 1-6-2025 | 6:38 p.m.