A fuego y sangre entrare a la villa
que marca la frontera del amor
¿Qué no puedo?
es que aún no me conocen
pues mi puño es marro
y mis ojos lumbre
que si de tu mano me han soltado
ya daré cuenta yo de esos esclavos
del dolor y la amargura
que al ver dos almas que se aman
siembran entre ellos la duda.
Pisare firme los charcos
de aquella lava ardiente
brincare sobre sus cráneos
y mi voz se hará presente
que si tengo que enfrentarlos
bien, lo haré hasta la muerte
porque con sus lenguas profanaron
el altar que hice al quererte.
Limpiare mi espada
con el brillo de sus ojos
andaré despacio siempre
pues atacan por la espalda
que te sigo como un perro
siempre hasta donde tú vayas
no me importa si atravieso
este mundo sin escalas
esta afrenta que me hicieron
no se limpia con palabras
a tus ojos me enlodaron
con mentiras y patrañas
ya veremos quién se ríe
al final de esta jornada.
Soy la sombra de Cirano
de Neruda y de Becker
¿recuerdas cuando te leía?
mientras párrafo a párrafo
en tus ojos me perdía
volveré a conquistarte
y de esos jamás volver a preocuparme
que el amor cuando es verdadero
vence al más mordaz ataque
y los lobos vuelven solos
sin su presa y sin combate.
Voy a pelear por ti, mi musa
sin pedir ni dar cuartel
a mi madriguera a la fajina
prisioneros nunca llevare
que han despertado al monstruo
que vivía bajo el poeta
han abierto la pandora
por subestimar mi alma
y porque hoy tu corazón llora.