Veo un poco de mí en aquel reflejo,
cada vez menos,
tal vez,
cada vez más lejos.
El suspiro de la cañada,
vence el paso,
entre la madrugada
y su transe.
Me diluyo en esa simetría,
¿devastadora realidad,
o absurda idea mía?
mera casualidad…
Las imágenes se distorsionan,
los trazos abandonan,
me dejo sentir,
me dejo vivir… un poco más.