Contemplando la estela dorada
que dejan los astros;
me pregunto de donde venimos
y hacia donde vamos;
porque en largos y eternos desvelos
mi numen de bardo
descifrar nunca pudo el enigma,
que lleno de sombras
encierra el arcano.
Pero pienso que somos la esencia
de seres de antaño
que dejaron escrito en la historia
de luchas mil salmos;
que recuerdan las glorias pasadas
de quienes lograron
con espíritu indómito y noble,
deshacerce de grillos
que te hacen esclavo.
Al mirar que se elevan las águilas
al viento retando,
me imagino que buscan el nido
un día olvidado;
esperando despierten las almas
del viejo letargo,
que adormece el espíritu estoico,
que impide que fluya
el noble templario.
Cuando miro en la luz de la luna
sus fúlgidos rayos,
que nos brindan la dulce esperanza
que guarda el milagro
de vivir en un mundo sin guerras
de paz anegado;
se desgajan del alma mis versos
con notas que traen
de amor himno sacro.
¡Son la paz, Libertad y justicia
derechos humanos
que debemos con noble firmeza
con fe resguardarlos;
esgrimiendo de honor los pendones
que sean el látigo
que protejan del pueblo sus sueños
igual que si fueran
enormes centauros.
Autor: Aníbal Rpdríguez.