Las nubes son rostros indefinible
suelen mirarnos caprichosamente
pertenecen a las tribus del viento
y nos acompañan siempre.
Por las noches \"ellas\" desaparecen
o suelen hacernos creer eso
pero lo que nosotros ignoramos
es que se disfrazan de un rojo intenso.
Por las mañanas las nubes son grises
quizás porque la melancolía las atrapa
y aunque el sol las ilumine
siempre lloran, siempre demandan.
Por las tardes las nubes se sonrojan
el crepúsculo al verlas se enamora
y el cielo también provoca
un delirio pasional que implora.
Así son las nubes de caprichosas
me acompañan todo el tiempo
me cubren con locas fantasías
y en ocasiones en solitarios desvelos.
Tengo tanta envidia de las nubes
porque son leales y divertidas
a veces forman animales
o forman la delgada línea de mi vida.