Este calor húmedo se esparce como una manta sobre la ciudad de la furia, como decía Gustavo
Pero esta vez está más pesado. Habrá más gente sin arbolito ni pan dulce.
La solución a los males de este país son los empleados estatales, hay que borrarlos. Como si estos generarán miles de millones de dólares de deuda externa. A los jubilados quitarle los medicamentos gratis y congelar sus sueldos.
La solución mágica de un presidente