Se me hacen largos los días,
Las horas me pasan lento.
Me siento sola y vacía,
En un espacio donde no caben mis sentimientos. Me desbordo, pero aún no me encuentro,
En el vacío y en el silencio, escucho mi propia voz,
Que va sin rumbo y sin dirección,
Navegando en lo desconocido y lo tormentoso.
Me disuelvo en una lágrima infinita y cálida,
Dolorosa, que desgarra el corazón.
No sangra, pero vive, Y esa sangre recorre inquieta mi ser.
En cada gota, cargo un poco de ti,
Que hasta las venas de ti están recargadas,
Ahora pasan sin sentido. Quizá necesitaba este vacío,
Para recordarme lo que había perdido.
Tan valiosa como tu presencia,
Como tu ausencia me pesa.
Como el olvido me desintegra.