Mauro Enrique Lopez Z.

Sueño bendecido

Estaba soñando que la mar estaba 

ajitada,

 Que no se podía trabajar;

 me levanté preocupado porque, tenía que 

ayudar a subir más alta la embarcación. 

Me fuí rumbo a la playa, estaba fuerte 

el aguaje.

 Entre pena, alegría y amigos 

cada embarcación quedaron en su lugar. 

Ahora solo nos queda esperar que cambie 

la tormenta, que salga luna.

 Verla salir, inspirarme en esa belleza que con su rayo pasará por frente de mi casita.

 Me acurrucare y, llegue la aurore.

 E sol radiante me despertará felíz y bendecido 

de Dios, agradecido por un día más 

que me dara él.