Enrique Fl. Chaidez

El viento de Sion

¿Quién ama a Sion con corazón de niño?

¿Quién que palpite por su salvación

y un día sueñe con escudriñar

por las piedras dispersas de su Templo?

 

En el viento de Sion tendremos alas;

allí la voz será de libertad.

Porque el amar a Sion

es conocer la voz del que vendrá.

 

Los caminos de amor llevan a Sion.

Querer el bien de Sion

es portar la alegría de la luz.