La noche se cubrió de insomnio
entró la hora de que los ensueños
convertirán los recuerdos en versos.
Entre sueño y sueño, vigilia sopla
su llama encarnada, empiezan
los desvaríos, palabras suspiran
con ojos vacíos, por los bordes
gravitan destellos airados, cruce
de auroras boleares crepitan
grafito en el lapicero, chirriaba
el silencio en el conticinio, extraños
sentimientos habitados en sombras
coloreadas no encontraban su luz,
flotaba la niebla escarlata sobre
un cuerpo absorbido por una burbuja
que flota sobre su cama.