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DecidΓ­ quedarme...

En el instante en que tus ojos se encontraron con los míos, supe que mi destino estaba sellado. Eras el hombre que había estado esperando, el que haría que mi corazón latiera con una intensidad que nunca antes había conocido.

 

Decidí no retroceder, no fallar, aunque el camino se volviera cuesta arriba y confuso. Me quedé a tu lado, a pesar de que mi alma se desmoronaba y mi corazón ardía en llamas.

 

Los próximos 18 días fueron un susurro de esperanza, un respiro antes de que la tormenta se desatara. Pero incluso en medio de la tempestad, decidí quedarme contigo, hasta que el hilo que nos une se rompa.

 

Porque cuando te vi por primera vez, el amor que sentí por ti fue como un océano sin orillas. No podía simplemente irme, decir adiós y lastimarte de esa manera. Prefiero sufrir por ti, sentir el dolor de tu indiferencia, que verte mal.

 

Así que me quedaré, hasta el final.

Pero incluso entonces, mi amor por ti permanecerá, como una llama que arde en la oscuridad.

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