Hoy la noche llego cargada de melancolía,
Como mi cómplice despues de pensarte todo el día,
Vanos fueron mis intentos por ti saber,
No me quedo más que refugiarme en el atardecer.
El frio silencio tu nombre me a susurrado,
Alcé la vista y vi el cielo estrellado,
Observe la estrella que con tu nombre he bautizado,
Sin duda la más hermosa que Dios ha creado.
Hay instantes que se vuelven infinitos,
Son poemas que Dios ha escrito,
La primera vez que tus labios bese,
Todas las noches que en tu regazo descanse.
Si pudiera el tiempo retroceder,
No pediría volver a nacer,
Solo quisiera en tus brazos amanecer,
Y a tu lado ver el día crecer.
La noche una vez más ha llegado,
Haciendo que extrañe estar a tu lado,
Mi corazon no ha dejado de latir,
Eres la fuerza que necesita para vivir.