Enrique Fl. Chaidez

Canto al bienvenido amor

Eres el bienvenido, Amor, al templo

de carne misteriosa que soy yo,

a la noche tejida de mis músculos

y al nervio espiritual de mi oración.

 

Tú, el bienvenido entre estos que aparecen

en mi vida de polvo y agua y Sol.

Te conozco en el júbilo divino,

en las páginas santas de mi Dios.

 

Ya que con tu palabra resplandece

la arquitectura celestial, Amor

(Que el Amor es palabra de saber

más fuerte que huracán de muchas voces).

 

Son las cartografías amorosas

abiertas en las noches para el hombre.

¡Cómo alumbras, Amor, los mundos muertos

a su Resurrección monumental!