La lluvia caé, vaporosa en su extensión
y la mirada se pierde en esta natural expresión
motivada a la tristeza me siento desfállecer
por semejantes momentos que quisiera aborrecer.
Mi ánimo decaído quisiera solo iluminar
una tormenta de Junio no me viene a ayudar
al contrario, me atormenta esta semejanza cruel
con un día de Julio, en una tarde junto a él.
Las siluetas en el agua, imaginarias, buscan su forma
y representan, burlonas, la comedia de dos personas
que jugando a quererse se abandonaron en la llama
que consume y quema a la entrega de dos almas.
¡Triste y gris tarde! ¿porqué te empeñas en martirizarme?
tu sabes que yo no olvido esa tarde, mi bella tarde
cuando amando como a nadie pude jamás amar
entregue mi alma y vida sin saber de nadie más.
¡Triste y gris tarde! ¿Acaso quieres volverme loca?
Si tu sabes que mi boca, ferviente sirviente de el
extraña esa loca forma de besar y de morder
cada espacio de mi cuerpo y de mi alma a la vez.
¡Triste y gris tarde! ¿No te basta con mi sufrir?
Si tu sabes que tener que dejarle partir
a sido mi mayor tormento, mi mas grande morir
¿porqué te empeñas en llamarle, y matarme a mi?
¡Triste y gris tarde! Apiadate de esta mujer
que su unico pecado a sido tanto querer
amar a un ser ingrato que no supo comprender
lo que significa la entrega en un beso al atardecer.