Luis 091

De higueras y rascacielos 2

Ando por primera vez por una calle de mi ciudad
entre rascacielos y tiendas caras y de moda

Me dirijo al gran hospital que se vislumbra
al final de esa moderna calle de mi amada urbe

Mi padre está ingresado en la unidad de ictus
Hay años jodidos y este está batiendo todos los récords

Séptima planta pequeños corros de personas
con expresiones de circunstancias lágrimas y nervios
a flor de piel un pasillo poblado de personas
con batas blancas Segunda puerta a la izquierda

¿Cómo estás papá?

Papá está casi sin estar Papá es casi sin ser

Le beso le cojo la mano me mira casi sin ver
Papá ¿me oyes te cuidan bien?

Su mirada me atraviesa no sé dónde está

¿Puedes hablar? Sí pero no quiere hablar
no quiere comer ¿Puedes mover esta mano?
mueve un poco los dedos la enfermera me dice
que es muy buena señal intentamos que mueva
también los dedos del pie pero no

Papá me han dicho que has subido en helicóptero

Sí helicóptero se le entiende Es muy buena señal
vuelve a decir la eficiente y simpática enfermera
pero no quiere comer

Tienes que comer papá

No (dice claramente)

Mira qué buenas vistas tienes papá
a los rascacielos más altos de Madrid

están a tiro de piedra desde esta ventana
Los mira no sé si los ve

Si no comes no te vas a recuperar

Me da igual (se le entiende bien)
No voy a comer nada nunca más (se le vuelve a entender bien)

Papá es ahora un niño pequeño y enfadado
A partir de cierto momento todos los viejos
se comienzan a hacer otra vez niños pequeños
solo les diferencia la luz o las sombras en su mirada

¿Tú cómo estás? (me dice) parece que acaba de bajar
del helicóptero de su nueva otra realidad

Ya estoy mejor papá (no es momento para entrar en detalles)
Hay años jodidos sí muy jodidos...

Papá traigo algo para ti

Me mira casi sin mirar

Son de tu higuera favorita están recién cogidos
Saco un espléndido higo verde de la bolsa
Lo mira (al menos con el ojo que aún ve)
y abre la boca

Mastica como mecánicamente el fruto
y creo ver otra diminuta luz en sus ojos

Sonrío la enfermera sonríe

Fuera de la ventana las cristaleras de los rascacielos
de mi ciudad
devuelven la luz del sol con renovada fuerza.