La belleza de las ruinas,
es su tiempo pasado,
la hermosura del mar,
un misterio eterno.
El esplendor del ayer,
vuelve a un sueño cambiante,
imposible de olvidar,
en un suspiro siempre distante.
Si fuésemos el viento,
no sabríamos volver a pasar,
cambiaríamos el sentido de las letras,
nos perderíamos en su inmensidad.