¡Ay de ti!, si mis ardientes fantasías te atreves a cumplir, quieres ser el artífice de mis locos deseos, esos que me tientan por ahora en mis sueños, traspasando el límite de mi libertad. Pero cuando creas calmar mi sed, en medio de la osada aventura, no podrás rendirte, no me detendré, seguiré sin piedad y serás a imagen mía, prisionero de mis deseos, pero a la vez libre presumiendo nuestro mundo al despertar.
Laura Meyer