¿TÚ ME ENTIENDES?
Lo intento,
lo pienso
y
lo siento.
Pero por mucho que
lo intente,
lo piense
o
lo sienta.
No lo entiendo,
no lo comprendo
y
no lo vivo.
Será
que
no soy normal,
que soy insensible,
que no soy asequible.
O
que me perdí
que no lo comprendí,
que no lo sentí.
Ay, que será
pobre de mí
que ya ni lo entendí.
Pero
como ya escribí,
lo intenté, lo pensé, lo sentí
y
no fui normal,
ni fui sensible,
ni fui asequible,
pues
aquello no lo entendí
pero
sí que lo viví
y
por eso me perdí.
Y aquí estoy,
que ni lo intento,
ni lo pienso,
ni lo siento,
ni lo comprendo,
porque
ni soy normal,
ni soy sensible,
ni soy asequible,
aunque
ahora si lo entiendo,
si lo vivo
y
por eso,
te pregunto
¿tú me entiendes?
M.