Bajo el manto de estrellas calladas,
la noche teje su velo de calma.
Susurra el viento secretos perdidos,
y el alma danza en sueños rendidos.
La luna, serena, con dulce fulgor,
acaricia la tierra con su suave esplendor.
Cantan las sombras su rítmico son,
y el tiempo se pierde en su propia canción.
Oscura es la noche, mas llena de vida,
susurra promesas que nunca se olvidan.
Espejo del alma, refugio y abrigo,
la noche nos guía como un fiel amigo.
En su quietud hallamos el ser,
la esencia profunda que no deja de arder.
Bajo su manto, la vida respira,
y el corazón sueña
mientras conspira.