El aliento se lleva el pasado
y el presente que es muy breve;
calla ante el futuro, adrede
estrellas en el cielo ha robado.
El lamento de quien ha pisado
calles sin dejar plasmada huella;
de dolores de la tarde aquella
donde el alma se ha cansado.
Anochece sin atardeceres,
la memoria se lleva el ocaso,
en el reloj que sufre un atraso.
El viento temprano se retira
en el cenit de la fria oleada
el alma del corazón expira.