La poesía es un arma cargada de futuro. Gabriel Celaya
Ella jugaba fútbol profesional,
entrenaba,
los domingos competencia,
sostenedora;
él iba de compras,
atendía a los niños,
jugaba con ellos,
mantenía la casa impecable.
Ella le llevaba bombones,
le daba un beso al volver,
lo tenía regio,
él se vestía para la ocasión,
eran dichosos.